Prince, el genio de Minneapolis,
moría este jueves por la mañana en su casa-estudio de Paisley Park,
situado en Chanhassen, Minnesota, según confirmó su agente. Tenía 57
años y preparaba sus memorias. El cantante, compositor, arreglista e
instrumentalista estaba considerado como uno de los músicos más
innovadores de su era y contaba con éxitos mundiales como
Little Red Corvette, Let's Go Crazy y Purple Rain.
Nacido Prince Rogers Nelson, bajito en su metro y cincuenta y siete
centímetros de estatura, el artista era conocido por ser una persona muy
reservada. Prince llevaba varias semanas luchando contra una
persistente gripe que, a comienzos de mes, lo obligó a cancelar dos
conciertos. Aunque seguía sin estar totalmente recuperado, el artista sí
realizó el que tenía previsto en Atlanta el pasado jueves 14. Al día
siguiente, sin embargo, cuando regresaba a su casa, su avión tuvo que
realizar un aterrizaje de emergencia en Moline, Illinois, donde fue
tratado durante varias horas en un hospital. No se reveló en ese momento
la causa de la emergencia médica.
Cuando se lee ahora,
la crónica que escribía el pasado sábado el Minnesota Star Tribune
para alejar los rumores de que el cantante estaba al borde de la muerte
es dolorosamente premonitoria. “Prince está vivo y bien”. Acababa de
regresar a casa tras el susto sufrido un día antes y quería demostrarle a
su público más fiel, ese que vivía en la misma ciudad de Minneapolis,
que se encontraba en forma pese a llevar semanas arrastrando una gripe
que no se lograba quitar.
“Esperad unos días antes de malgastar vuestras oraciones”, dijo al
público cuando, poco después de la medianoche, apareció en la
dance party organizada en la casa-estudio donde este jueves moría. Prince “quería fardar de su nuevo piano Yamaha púrpura [tocó
Chopsticks
y un breve pasaje instrumental] y de su también flamante guitarra
púrpura [que no tocó]”, contaba el cronista de la noche. Ese mismo piano
también aparece retratado en la cuenta de Twitter del fallecido
artista, en la que también anunciaba la fiesta del sábado en Paisley
Park que acabó siendo su última.
A lo largo de su carrera vendió más de 100 millones de copias
Poco después de que este jueves la página TMZ, dedicada al mundo de
las celebridades, anunciara la muerte del icono del pop, la policía
aportaba muy pocos datos. Tan solo confirmaba la investigación de una
muerte en el recinto en el que se encuentra tanto el estudio como el
hogar del cantante. El mensaje que llegó a los coches patrullas fue la
necesidad de acudir al número 801 de Audubon Road, en Chanhassen, desde
donde se había recibido la llamada de que un varón no respiraba. Pocos
segundos después, esa misma radio emitía el mensaje de que al individuo
se le estaba practicando un masaje cardiorrespiratorio (CPR).
Encontraron el cádaver en el ascensor y lo intentaron reanimar. Pero no
respondió al masaje cardiaco.
La cuenta de Twitter de la policía del condado de Carver, lugar donde
está la residencia de Prince, informaba de que varias patrullas habían
acordonado la zona para investigar una muerte. Muerte que poco después
confirmaba la agente del cantante, Yvette Noel-Schure.
El pasado noviembre Prince canceló su gira europea con motivo de los
atentados de París. “Debido a los trágicos sucesos de París, ICO
(agencia organizadora de la gira europea) nos ha comunicado su decisión
de posponer los inminentes conciertos de Prince en Europa hasta nuevo
aviso”, explicó en un comunicado de prensa la agencia promotora en
España, Doctor Music. Esta gira, llamada
Prince Spotlight: Piano & A Microphone, fue anunciada por el músico en Minnesota. Se trataba de un
tour en un formato inédito para él, en el que actuaría solo, con un micrófono y un piano de cola.
En los años 90, Prince cambió su nombre por el símbolo impronunciable
“símbolo del amor” y se tatuó en su mejilla la palabra “esclavo”, como
forma de protesta por las condiciones contractuales impuestas por su
sello discográfico Warner. También fue llamado “el artista antes
conocido como Prince” o por la abreviatura “TAFKAP”.
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Prince, en un concierto en París en 1998. |
Su vida privada estuvo salpicada de romances,
ya fuera Madonna, Kim Bassinger o Carmen Electra. El cantante estuvo
casado dos veces. La primera con la bailarina y cantante puertorriqueña
Mayte García, con quien tuvo un hijo que moría días después del
nacimiento aquejado del síndrome de Pfeiffer. Su segundo matrimonio fue
con Manuela Testolini Nelson. El cantante estaba divorciado y preparaba
unas memorias que ya nunca verán la luz.
El artista, nacido en Minneapolis el 7 de junio de 1958, irrumpió en la escena musical
a finales de los setenta y alcanzó el éxito una década después con
álbumes eternos como "1999" o "Purple Rain". Su madre, Mattie Shaw, era
cantante en el mismo grupo en el que tocaba un pianista aficionado con
el que se casaría. Se llamaba John L. Nelson y la banda Prince Roger
Trio. De ahí surgió el nombre del que llegaría a ser un icono del pop.
Cuando Prince tenía siete años, sus padres se divorciaron. El pequeño se
quedó con el piano de su padre. Con el tiempo, el joven se transformó
en un virtuosos de la música que tocaba con maestría la guitarra
eléctrica y manejaba hasta una veintena de instrumentos diferentes.
En apenas hora y media desde que se conoció su
fallecimiento, Prince se convirtió en tendencia mundial en Twitter, con
más de 2,8 millones de mensajes de famosos pero sobre todo de gente
anónima que lamentaba la muerte del Genio de Minneapolis.
Icono entre los iconos, el músico fue una figura incontestable de la
música popular de los últimos 30 años. No solo se va un músico
mayúsculo. Gracias a su visión innovadora y a su poderosa estética, era
un verdadero emblema del pop. Durante la década de los años ochenta, fue
uno de los artistas más importantes, dando forma a principios de la
década a lo que se conoció como el
sonido Minneapolis, que se
caracterizaría por su influencia del funk y el R&B dentro de una
concepción pop. Fue su gran aportación en la década en la que el pop
dominó las listas de éxito.
Debutó en 1978 con
For You, donde daba muestras de su gusto por los ritmos urbanos. Sin embargo, su primer gran paso artístico llegó con
Dirty Mind (1980), en el que se subía al carro de la
new wave
con un trabajo sobresaliente. Su fascinación por los sintetizadores,
mezclados con R&B y funk, marcaría tendencia gracias a álbumes como
Controversy (1981) y
1999 (1982). Alcanzaría la cima de su popularidad con
Purple Rain
(1984), uno de los discos más emblemáticos de aquella década que
influiría en toda una legión de artistas y grupos en años posteriores,
compitiendo en relevancia con Michael Jackson y Madonna. Cuando parecía
que no podía superarse, publicó poco después
Sign O the Times
(1987), un doble álbum considerado como su gran obra maestra por la
crítica y visto como el gran doble disco de los ochenta, al nivel del
White album de los Beatles,
Exile On Main St. de los Rolling Stones o
Blonde on Blonde de Bob Dylan.
En los noventa, comenzó sus litigios con las discográficas y su emancipación simbólica de las majors.
The Love Symbol Album
(1992), donde mostraba sus influencias electrónicas para seguir en la
cima del pop, se hacía reconocer por el símbolo del amor. Otro notable
disco fue
Emancipation (1996). Había perdido visibilidad en
mitad de sus batallas y experimentos varios. Su último testimonio
discográfico fue un doble trabajo llamado
HITnRUN: Phase One and Two (2015).
La muerte de Prince viene a constatar un año aciago para la música
popular, que ve cómo desaparecen algunos de sus grandes iconos: David
Bowie, Glenn Frey de los Eagles o Merle Haggard.
En apenas hora y media tras conocer su fallecimiento, Prince se
convirtió en tendencia mundial en Twitter, con más de 2,8 millones de
mensajes de famosos pero sobre todo de gente anónima que lamentaba la
muerte del ‘genio de Mineápolis’.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su mujer
Michelle, también se han unido al duelo de millones de fans en todo el
mundo. “No hubo alma más fuerte, creativa o audaz” que la de Prince. Y
ha añadido que el artista fue “uno de los músicos más talentosos y
prolíficos de nuestro tiempo”.
Fuente:
el pais la vanguardia