Tenemos a un joven del que se nos dice que padecía depresión, pero que
sin embargo estaba planificando su boda con su novia embarazada
(información publicada por Bild y Mirror). Sus amigos afirman que no era
para nada depresivo, y su afición por el deporte y la realización de su
sueño de volar dibujan un perfil totalmente opuesto a la psicopatía
hollywoodiense que los medios han proyectado sobre él. Acababa de
comprar dos vehículos Audi, lo que parece confirmar sus inmediatos
planes de futuro en pareja. Al examinar su ordenador, la fiscalía de
Dusseldorf ha encontrado que la última búsqueda que realizó en la Red
fue la de unas recetas de cocina. ¿Es éste el proceder de un suicida?
|
Demostrado: la idea de suicidarse da hambre. Uno no piensa
en matarse sin matar también "el gusanillo" |
También se nos ha dicho que su formación como piloto fue interrumpida en
2009 a causa de un desequilibrio psíquico grave, tras del cual sus
formadores aceptaron su reincorporación sin más. Ahora se ha sabido que
la crisis mental fue en realidad un episodio de gripe. Y el tratamiento
médico tras su licenciatura fue tan severo como el necesitado ... por un
uñero en el pie. Sustituyan ustedes "psicólogo" por "podólogo" y verán
lo absurda que es la historia que nos han vendido los medios.
En cuanto a la caída del aparato, parece que a 32 millas del aeropuerto
de Toulon, el A320 ya había empezado a perder altura, pese a lo cual el
piloto decidió pasar de largo, con el resultado de que después de volar
aún 106 millas el avión se estrelló. ¿Fue también decisión de Lubitz
dejar pasar la ocasión de un aterrizaje seguro para investigar la causa
del problema? ¿O no había tal problema y la circunstancia señalada era
parte de la navegación prevista?
El cuento del piloto que sale de la cabina y ya no puede volver a entrar
es muy eficaz dramáticamente, pero huele a falsedad, sobre todo por la
profusión de detalles que pretenden hacerlo más verosímil y acaban por
delatar su descarada artificiosidad. Como todos conocemos la versión
oficial, voy directamente al artículo de
moianesprocesconstituent.wordpress.com que revela su inconsistencia:
Uno de los principales fragmentos de datos utilizados para justificar
la historia del “piloto suicida” procede de la supuesta grabación de la
caja negra, según la que se nos ha dicho que puede escucharse la
“respiración” de Lubitz. Esta afirmación ha sido directamente rebatida
por Gerard Arnoux, capitán de Air France, con 18 años de experiencia, y
portavoz del comité nacional de supervisión de la seguridad aérea, según
ha manifestado a Le Grande Journal, dos días después del accidente.
Arnoux declara que existen tres errores en la historia oficial:
1.- Es imposible escuchar la respiración de un piloto en una caja
negra. Arnoux declara que las cabinas de la primera generación de los
A320 son muy ruidosas, tanto que, en pleno vuelo los pilotos
acostumbraban a utilizar auriculares para hablarse entre ellos. La idea
de que la caja negra CVR pudiera registrar la respiración de Lubitz con
tanto ruido ambiental es imposible, según Arnoux.
2.- La historia oficial afirma que los investigadores escucharon el
“pip” de la palanca que Lubitz pulsó para iniciar el descenso del avión.
Arnoux afirmó categóricamente que esta palanca no emite sonido alguno.
3.- Arnoux también se pregunta porqué los investigadores no han hecho
ninguna mención de haber escuchado el estridente pitido que hace la
consola de la puerta de la cabina cuando se introduce el código de
acceso de emergencia para abrir la puerta de la cabina. Arnoux reconoce
que el código para apertura de emergencia podría haber sido invalidado
por alguien manualmente en la cabina, manteniendo hacia abajo el botón
de cierre, pero eso no hubiera impedido el pitido una vez introducido el
código desde el exterior. Esto hubiera sido la confirmación más
evidente de que uno de los pilotos había sido encerrado fuera. Pero no
se mencionó nada de esto. En vez de ello, se nos pide que aceptemos la
palabra de los enterados de la caja negra, de que alguien estaba
“golpeando la puerta” y gritando “abre la maldita puerta”. Ello en medio
de todo el ambiente de ruido existente en la cabina. Deben tener un
oído muy fino.
¿Hace falta más? Aún hay un hecho que hace enormemente sospechosa la
versión oficial: el primer medio que cuenta que el Capitán Sonderheimer
abandonó la cabina para ir al baño y luego no pudo volver a entrar,
afirmando que el audio de la caja negra encontrada lo demostraba fue el
New York Times, que decía citar a un
"anónimo veterano oficial militar francés".
¿Existe esta fuente? Todo nos hace pensar que no, y que el medio
norteamericano está facilitando lo que luego los investigadores
franceses acabarían presentando al público. Existe, además, un
antecedente de cómo el "amigo americano" sirve en bandeja una
explicación conveniente de un atentado, y no está de más recordarlo: la
"mochila de Vallecas", cuya existencia fue dada a conocer por ABC News,
medio que proporcionó la única foto de aquel señuelo que parece
fabricado "ad hoc" (de ser válida, sería la única con metralla en el
11-M) y que todos los medios españoles reprodujeron sin que la fuente pudiese explicar su procedencia.
No es la única coincidencia entre el 11-M y la caída del vuelo 9525 de
Germanwings: en ambos casos, el hecho trágico coincide con unas
maniobras de la OTAN, en España con el simulacro CMX-04 cuyo supuesto
era un atentado urbano causante de 200 muertes, y en el del Airbus
siniestrado con la prueba, a la misma hora y en la misma zona, del
sistema #HELLADS (High Energy Liquid Laser Area Defense System o Sistema
de Defensa de Área Láser Líquido de Alta Energía), un arma con la que
se intentaba derribar un vehículo ICBM de reentrada, pero cuya
imprecisión pudo ser la causa de la destrucción en vuelo del avión
comercial, algo coherente con la extrema fragmentación de los restos
encontrados.
No sería el primer caso de un vuelo comercial derribado por error por E.E.U.U.
Además, las anomalías electromagnéticas causadas por la prueba fueron
detectadas tanto sobre el sur de Francia, como sobre el occidente de
Italia y el suroeste de Suiza, sobre todo en el área operativa del 510
Escuadrón de Combate de la Fuerza Aérea Estadounidense, el cual opera
desde la Base Aérea de Aviano, en Italia.
La increíblemente rápida versión del New York Times proporcionará a las
autoridades francesas la excusa para asumir todo el protagonismo de la
investigación sobre el "accidente", llevada a cabo hasta ese momento por
la neutral Agencia de Investigación y Análisis de Seguridad Aérea Civil
francesa (BEA), una agencia civil. Al considerarse el accidente un caso
criminal, el fiscal Brice Robin apartaba a la BEA y pasaba el caso a
quienes han urdido esta narración infamante para Lubitz -y para la
inteligencia del público informado- a la que los medios se aferran.
El New York Times, tan fiable para lo que conviene, fue también el medio
que primero informó de que la segunda caja negra había sido hallada
abierta y sin la tarjeta de datos interna. Posteriormente se dijo que la
caja negra FDR "quizá nunca se encontrase", sin explicar la razón.
De cómo se han silenciado los testimonios sobre la explosión escuchada
antes de la caída del aparato, el humo que este desprendía aún en vuelo y
la posible escolta de uno o dos cazas ya
he hablado en una entrada anterior.
Añado el testimonio de un piloto de helicópteros con base en Orange, a
30 kms. del lugar donde cayó el Airbus, quien señala que se han
encontrado restos del avión muy por encima del punto de impacto.
"La guerra es el arte de destruir hombres, la política es el arte de
engañarlos" (d'Alembert). Ambos procederes se dan cita en este drama, en
el que la verdad, otra víctima a considerar, aparece teñida, una vez
más, de sangre de inocentes.