Encender una pipa fresca es el tipo de deleite vespertino que
disfruta el iReporter robcat20 tras una jornada estresante como agente
de seguros. Usualmente pone una película de Netflix mientras disfruta de
Stella, su pipa.
Robcat20,
de 33 años, pidió no ser identificado por su nombre porque teme ser
“etiquetado como una mala persona” en su pequeña ciudad. Dice que es
tiempo de que eso cambie.
“Me gusta la marihuana, y soy una buena
persona”, escribió en iReport de CNN. “Soy un hombre de negocios
exitoso, un padre amoroso, esposo devoto, republicano registrado, activo
en mi comunidad con organizaciones altruistas, con la iglesia y doy
clases de piano en las tardes a niños con discapacidades”.
Vive en Ohio, donde la marihuana no es legal, y no es el único que quiere que las leyes de prohibición sean modificadas. En una encuesta reciente de CNN/ORC International,
más del 55% de las personas en Estados Unidos dijeron que la marihuana
debe legalizarse. Más de la mitad de los encuestados dijo que la habían
probado.
Cuando Colorado comenzó a vender marihuana legalmente a
principios de este año, las filas de los dispensarios de marihuana no
se redujeron en la entidad; al contrario, sus ventas florecen. Pronto el
estado de Washington seguirá sus pasos, al vender marihuana al por
menor para su consumo recreativo.
iReport de CNN le preguntó a los lectores si considerarían comprar
marihuana al minoreo si estuviera disponible en su área. Estos iReporter
compartieron sus opiniones sobre los beneficios recreativos de la
hierba. Algunos citaron el aumento de relajación, creatividad y que es
una alternativa viable al alcohol. Ningún consumidor actual de marihuana
quiso que utilizáramos sus nombres.
Desde estudiantes universitarios hasta ingenieros computacionales,
conoce a algunas de las personas que quieren que su pasatiempo concannabis sea legalizado:
Las personas ‘se lo pierden’
La iReporter de 20 años, carcar1,
comenzó a fumar marihuana para conciliar el sueño por las noches. Pero
la marihuana se volvió más que solo un remedio para el sueño. La
estudiante universitaria trabaja como despachadora de seguridad en su
escuela y consume marihuana recreativamente.
Decir que disfruta fumar marihuana es una subestimación. “¡AMO LA
MARIHUANA!”, escribió entusiásticamente en un correo electrónico a CNN.
“Me gusta fumarla con un par de personas después de terminar todo mi
trabajo y de que el día terminó, para descansar y relajarme. Recomiendo
que todos hagan eso”.
Desde que comenzó a fumarla regularmente en la universidad, dice que
se siente bien descansada. “Definitivamente no afecta mis
calificaciones”, dijo. “Este semestre obtuve puros dieces y también
estoy en la Lista del Decano” (un reconocimiento académico). Incluso sus
padres y abuela saben que fuma marihuana, y no les importa.
Pero dice que sí le preocupa que la descubran.
La marihuana ‘me hace una mejor persona’
El ingeniero computacional farmer808 fuma
desde la preparatoria, cuando, dice, vio a sus padres hacerlo. Ahora
tiene más de 40 años y todavía usa marihuana después del trabajo para
relajarse. Fumar es una actividad familiar; su esposa e hijo
universitario también participan en esta actividad.
“Mi día mejora y mi salud emocional mejora en el momento en que
empiezo a fumar. Para mí, es una cosa hermosa que me permite ser una
persona más positiva”, dijo. “No puedo hablar en nombre de nadie más,
pero para mí, la marihuana es una bendición para mi vida y me ayuda a
tratar a mis compañeros humanos con la paciencia y la bondad que se
merecen”.
Le gustaría que su estado de Hawai legalizara las ventas minoristas
de marihuana. Pidió no ser identificado debido a que “hay muchas
personas que todavía desprecian a los consumidores de marihuana” y se
preocupaba de que esto pueda afectar su carrera en una empresa
multinacional.
“Soy una persona de alto rendimiento, innovador y trabajador
destacado que consume marihuana para relajarse después del trabajo de un
día duro”, dijo. “Tengo dos grados universitarios y más de una docena
de patentes en ciencias computacionales. Como con cualquier hábito, el
abuso conduce a los problemas, pero consumida apropiadamente en
moderación, siento que la marihuana es una bendición para la sociedad”.
Solo quiero disfrutar la ‘hierba bendita’
CELESTIAL96 dice que creció en la “Revolución hippie”.
El escritor de revistas, autor y periodista comenzó a fumar marihuana
recreativamente por primera vez en la década de 1970 en Los Ángeles,
Estados Unidos.
“Hacía que la persona que la usaba se sintieran dulce y creativa, te
‘hacía viajar’ sin darte una resaca, e incluso tenía un toque
espiritual”, escribió en su iReport.
Eventualmente se reubicó en el Caribe. “Mi relación con la ‘hierba
bendita’, como la llaman los isleños, es de respecto y asombro”, dijo.
La marihuana me ayuda a ser ‘un ciudadano productivo’
Si la marihuana recreativa fuera legal, el guardia de seguridad y padre Tokahontas (también nos reímos con el nombre de usuario) dice que nunca bebería alcohol de nuevo.
Ha sido un fanático de la marihuana durante los últimos 30 años. Dice
que le permite “levantarse al siguiente día, sin resaca, y ser un
ciudadano productivo”.
Al parecer, su esposa también lo prefiriere.
“Dice que cuando mis amigos y yo nos reunimos y bebemos alcohol (…)
actuamos infantil y estúpidamente y a veces rompemos muebles. Además,
normalmente tiene que discutir con alguno de nosotros para evitar que
conduzca”, escribió en su iReport. “Pero dice que cuando nos reunimos a
fumar un poco, todos estamos despreocupados y dóciles. Nuestra mayor
preocupación las noches cuando fumamos marihuana es si le dimos o no la
dirección correcta al repartidor de pizzas”.
Si la marihuana se legalizara donde él vive, la “hoja dulce” sería
“mi vino al final del día”, dijo. “Si la marihuana es la 'droga de
entrada', la única droga a la que me ha llevado es a más marihuana”.
Los beneficios ‘superan por mucho’ a los inconvenientes
David Harper,
de 65 años, dice que si las ventas de marihuana se legalizaran donde
viven, por supuesto que compraría marihuana. El veterano e ingeniero
eléctrico jubilado fumó marihuana por primera vez cuando tenía 24 años.
“A principios de la década de 1970 tomabas lo que podías conseguir”,
dijo. Ya sea que la marihuana fuera llamada “mexicana”, “jamaiquina” o
“maui wowi”, él la probaba. Su universidad era laxa sobre el consumo de
marihuana, así que él y sus compañeros de cuarto fumaban cuando querían
en la escuela.
“Para mí, la mejor parte era la relajación de la mente y el cuerpo”,
dijo. El exingeniero solía consumirla como ayuda para estudiar porque su
mente divagaba cuando leía sus libros de texto en la noche. “Después de
fumar un par de veces; lo suficiente para ‘viajar’, encontré que era
mucho más fácil concentrarse”.
Aunque ya no consume marihuana, piensa que “los beneficios superan por mucho cualquier potencial inconveniente”.
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