Un estudio
encuentra un nuevo tipo de tapir enano, que mide 1,3 metros de largo,
pesa unos 110 kilos y que habita las selvas amazónicas de Brasil y Colombia
Una de las imágenes de las cámaras trampa muestran la nueva especie de tapir |
Un
equipo de científicos ha descubierto una nueva especie de mamífero que
habita las selvas amazónicas de Brasil y Colombia. Se trata de un tapir,
un animal de 1,3 metros de largo y más de 100 kilos de peso, que ha
habitado en las selvas de Sudamérica durante miles de años. Los
investigadores llevaban años buscando a esta nueva especie, de la que
había testimonios orales por parte de los habitantes de la zona pero que
habían sido despreciados por la mayor parte de la comunidad científica.
Curiosamente la primera calavera de esta especie conocida la recogió
Theodore Roosevelt cuando ya era ex presidente de EEUU, aunque fue
atribuida por expertos de su país a una de las especies de tapir ya
conocidas. Ahora, las cámaras trampa instaladas por el equipo de
investigadores muestran el nuevo animal, caracterizado por su pelaje
oscuro tirando a negro, una menor alzada que el resto de especies de
tapires conocidas y la inconfundible trompa achatada y ágil que
caracteriza a estos animales.
Este es el primer tapir
descubierto desde 1865 y el primer miembro del orden de los
perisodáctilos (caballos, cebras, asnos, rinocerontes) hallado en “más
de 100 años”, según explican los autores del descubrimiento en un
estudio publicado en Journal of Mammalogy.
“Este hallazgo muestra lo mucho que aún desconocemos de la
naturaleza y evidencia que nuestros recuentos de las especies existentes
son menores de que deberían”, explica a Materia Fabrício Santos, de la Universidad Federal de Minas Gerais y coautor del descubrimiento.
El estudio resalta el papel que los cazadores indígenas han
tenido en este descubrimiento. Los autores comenzaron a buscar este
nuevo tapir tras encontrar calaveras del animal en manos de poblaciones
locales de las zonas en las que habita: los estados de Amazonas,
Rondônia, y Mato Grosso en Brasil y el departamento de Amazonas en
Colombia. Los cazadores también fueron los que identificaron a esta
nueva especie en las fotografías tomadas por las cámaras trampa
instaladas por el equipo. Ellos llaman a este animal pretinha (pequeño
tapir negro), según Santos.
«Este hallazgo muestra lo mucho que aún desconocemos de la naturaleza»
Fabrício Santos
Investigador de la Universidad Federal de Minas Gerais
La nueva especie es el peso pluma de los tapires. Por ahora
se conocían cuatro especies de estos animales, tres en Sudamérica y una
en Asia. Mientras el tapir de Brasil, su pariente más cercano, llega a
pesar más de 300 kilos, la nueva especie, bautizada como Tapirus kabomani,
mide 1,3 metros de largo y pesa unos 110 kilos. Aún así, el nuevo tapir
es uno de los mamíferos más grandes de Sudamérica, lo que resalta la
importancia del descubrimiento. El nuevo tapir parece habitar en zonas
donde se alternan bosques y sabanas abiertas.
En la lista roja
El primer espécimen conocido de la nueva especie fue
recogido en 1912 en Brasil por una partida de caza en la que participaba
Theodore Roosevelt, quien fue el 26 presidente de EEUU. Durante la
expedición él mismo mató un tapir de Brasil, mucho más grande, y resaltó
el pequeño tamaño de ese otro animal. “Los cazadores dijeron que era
una variante diferente”, dejó escrito Roosevelt, quien envió la calavera
a EEUU para ser analizada. Allí se atribuyó erróneamente al tapir
brasileño, un error que se hubiera cometido aún hoy. “Solo hemos podido
alcanzar nuestras conclusiones gracias a que hemos tenido acceso a un a
gran muestra de huesos y ADN de todas las especies de tapires, en
especial del Tapirus terrestris (tapir brasileño), que es la especie más parecida al Tapirus kabomani”, resalta.
El primer espécimen conocido fue recogido por una partida de caza en la que participaba Roosevelt
Todos los tapires
conocidos están en extinción y posiblemente este no sea una excepción.
“Estoy seguro de que esta especie será incluida en la lista roja de especies amenazadas”, explica a Materia
Simon. “Esta especie es incluso más escasa que el resto y tiene una
distribución menor, por lo que al menos debería ser considerada como
vulnerable o incluso en peligro crítico”, señala. Esto se debe, según el
científico, a que el hábitat mixto que ocupa este tapir “se está usando
para plantar soja, para ganadería o en la construcción de centrales
hidroeléctricas”, señala.
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