El Grupo de Rescate en Altura de los bomberos de la Comunidad de Madrid (GERA) lleva más de un año tirando de WhatsApp
para localizar a personas perdidas en la sierra. Y no es el único, ni
el primero. La Guardia Civil ya se había servido anteriormente de esta
herramienta y, por ejemplo, Emergencias 112 de Andalucía la utiliza desde junio de 2013. También en el País Vasco, en Zaragoza...
Es lo más práctico, lo más sencillo y tiene toda la lógica del mundo,
porque a día de hoy la gran mayoría de nosotros llevamos un GPS en el
bolsillo en forma de 'smartphone'. ¿Por qué no aprovecharlo? Y no solo
para búsquedas en el monte, sino también en muchos otros escenarios:
para localizar a las víctimas de un accidente de aviación, a ese
desafortunado que se sale de la carretera con el coche y no sabe dónde
ha ido a parar o incluso a unos niños que se extravían cerca de su casa.
El procedimiento a seguir
Pero volvamos al primero de los casos. El procedimiento que has de
seguir si te despistas en medio de la montaña y tienes el móvil a mano
es el siguiente. Primero buscas cobertura 3G (sin arriesgarte
demasiado), llamas al 112, te dan el número de teléfono de uno de los
miembros de la unidad y lo agregas a tus contactos para poder
comunicaros a través del chat.
Una vez conectados, activa tu GPS y envía tu ubicación, siguiendo el
mismo procedimiento que cuando envías una foto o un vídeo. A partir de
ahí, pueden suceder dos cosas: que puedan orientarte para que vuelvas a
un camino conocido o que te decidan ir a buscarte. En este último caso,
lo que tienes que hacer es no moverte hasta que lleguen los servicios de
emergencia. El margen de error es mínimo, de unos diez o quince metros,
así que van a encontrarte enseguida.
Si eres de los que huyen del WhatsApp, todo este proceso se puede llevar a cabo con Line
y, en general, con casi todos los servicios de mensajería instantánea.
Aunque precisamente el del chat asiático es un caso particular porque,
como muchos sabréis, nació como respuesta a una catástrofe natural: el terremoto y posterior tsunami que asoló la costa de Japón en 2011.
Como es normal, en aquel momento de pánico colectivo las redes se
colapsaron, así que los creadores de la 'app' decidieron ofrecer una
respuesta en forma de un servicio que funcionase incluso en las peores
condiciones de conexión. No obstante, seguía siendo necesario que dicha
conexión existiera...
Para subsanar completamente ese problema hay aplicaciones como TinCan, que permiten enviar mensajes sin necesidad de estar conectado.
¿Cómo? Saltando de móvil a móvil (siempre en un radio de 100 metros).
Esta funcionalidad es especialmente práctica en caso de desastres
naturales, pero también, por ejemplo, en manifestaciones y protestas,
conciertos multitudinarios, eventos deportivos... En definitiva,
cualquier lugar donde un gran número de personas traten de conectarse
simultáneamente sin éxito.
Médicos 2.0.
Ya hay hospitales que echan mano de WhatsApp para atender mejor a sus
pacientes. Por ejemplo, el Xanit Internacional de Benalmádena (Málaga),
tiene en marcha un servicio que permite contactar de forma directa con sus expertos en nutrición. Todo suma a la hora de aprender a comer sano.
Sin embargo, en el terreno de los facultativos hay una empresa que
está marcando el ritmo de la adopción de las nuevas tecnologías. Neomed,
responsable de la primera red social para médicos, con más de 5.000
usuarios, lanzó a mediados de año una aplicación de mensajería instantánea. El objetivo es que los doctores puedan aprovechar el conocimiento de otros colegas para emitir un diagnóstico más ajustado.
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